viernes, 1 de abril de 2022

LAGUNA CAPARÚ, ENTRE LO BUENO Y LO MALO HOY DÍA

Han pasado algo más de cinco años que visitamos la laguna Caparú, en la entrada de enero del año 2017 ya reflejamos la penuria por la que atravesaba el ecosistema xerofítico. Repetimos, cinco años después nos contenta un aspecto trascendente, la laguna de nuevo presenta un volumen adecuado de agua. Sin embargo, los alrededores de la misma se ha deteriorado aún más y los campos para la caña de azúcar y conuco se han expandido en detrimento de los cujizales y cardonales. En el mundo, lagunas como esta no son comunes y claro "LO QUE NO SE CONOCE, NO SE PRESERVA". Si tuviéramos una buena educación, hubiésemos sabido que un monumento natural como Caparú debió dejarse intacto, sin modificarse y más bien emprenderse estudios para comprender dicho ecosistema irradiando el conocimiento adquirido al ciudadano común y al encausado en los estudios a nivel de escuela, liceo y universidad. Esto por el hecho de que el estado Mérida es privilegiado al presentar más de 20 zonas de vida tan diferentes como únicas. Caparú y el entorno xerofítico ha sido objeto de estudio a nivel faunístico, botánico y hasta biogeográfico y el conocimiento ha quedado allí en los trabajos científicos, muy buenos por cierto, pero, no ha habido una ayuda legal, un político bien formado que emprenda la lucha por proteger estos últimos reductos de naturaleza única en el mundo. 

LO BUENO EN CUANTO AL CUERPO DE AGUA








LO MALO POR ACCIÓN ANTRÓPICA










LO BUENO QUE AÚN SE OBSERVA



Sistema cardonal-cujizal

Mammillaria mammillaris (L.) H. Karsten

Opuntia sp.

Melocactus shatzlii Till & R. Gruber

Mezcla cardonal-cujizal relicto

Pilosocereus tillianus Gruber et Schatzl. Especie endémica


Pilosocereus tillianus Gruber et Schatzl.