viernes, 11 de enero de 2019

¿Qué insecto había en "El almohadón de plumas" de Horacio Quiroga?

Sin pretensiones de críticos en literatura, hemos leído que la mayoría de los cuentos del genial literato uruguayo, Horacio Quiroga (1878 - 1937, Imagen 1 y 2), desencadenan en la muerte, escritos en la que posiblemente vertió, aspectos trágicos acaecidos u observados en su azarosa vida.

Imagen 1: https://da.wikipedia.org

Imagen 2: clublectura/jaima.blogspot.com

 Aunque en parte esto pareciera ser cierto, también es posible leerle cuentos relacionados con el amor o los que transmiten valores plausibles tal como los escritos para niños, contenidos en una de sus obras magnas: "Cuentos de la Selva" (Imagen 3).

Imagen 3
 "El almohadón de plumas", es uno de tres cuentos que hemos leído de Horacio Quiroga en la que un insecto es partícipe en la narración y, para ir en sintonía con la opinión literaria, también en el desenlace se hace presente la muerte de uno de los protagonistas, la "Rubia, angelical y tímida..." Alicia. Ni el médico de cabecera ni el esposo Jordán, dieron con las causas de la anemia aguda que culminó con la vida de Alicia (Imagen 4).

Imagen 4: es.creepypasta.wikia.com
Sólo la sirvienta, en función de la limpieza que realizaba de la habitación de la difunta, se percata de la presencia de manchas de sangre en el almohadón de plumas. Jordán la abre y "Sobre el fondo, entre las plumas, moviendo lentamente las patas velludas, había un animal monstruoso, una bola viviente y viscosa". "Noche a noche, desde que Alicia Había caído en cama, había aplicado sigilosamente su boca -su trompa, mejor dicho- a las sienes de aquella, chupándole la sangre. La picadura era imperceptible". "En cinco días, en cinco noches, había vaciado a Alicia". El escritor termina el cuento con la siguiente aclaratoria: "Estos parásitos de las aves, diminutos en el medio habitual, llegan a adquirir en ciertas condiciones proporciones enormes. La sangre humana parece serles particularmente favorable, y no es raro hallarlos en los almohadones de plumas". Horacio Quiroga vivió en Misiones, Argentina. Allí, en la selva, debió haber hecho contacto cotidiano con la flora y fauna. Percibiría las diferentes interacciones biológicas, siendo una de ellas, el parasitismo y tomó ésta haciéndola presente en el cuento "El almohadón de plumas". Creemos, por la caracterización que ofrece Quiroga, sobre todo del aparato bucal, de que se trataría de un insecto del orden Hemiptera (Del griego hemi, mitad y pteron, alas) del suborden Heteroptera en donde se incluyen especies de importancia en salud pública. En éste sentido, el escritor se estaría refiriendo a insectos que comúnmente son llamados "Chinches" o "Chipos" y que por esas latitudes de Misiones se les conoce como "Vinchuca". Estos insectos hematófagos ( Del griego haima, sangre y phagein, comer, chupar) estarían incluidos en dos grupos que se alimentan exclusivamente de sangre: Los Cimicidae ("Chinches de cama") y los Triatominae ("Chipos"). De estos, los triatominos son responsables de la transmisión del "Mal de Chagas" (Imagen 5),  causada por pequeños protozoarios del género Tripanozoma (Imagen 6).En consecuencia, los insectos serían los vectores de la enfermedad, la "Tripanosomiasis".

Imagen 5: Doctor Carlos Justiniano Ribeiro Chagas, 1879 - 1934, descubridor del "Mal de Chagas", la Tripanosomiasis: http://www.researchgate.net/figure/


Imagen 6: parasitewondersblogspot.com
Los insectos triatominos son, por lo general, de hábitos nocturnos adaptándose a la habitación humana, picando tanto los machos como las hembras. Al parecer, la picadura es poco dolorosa y dura varios minutos, defecan posteriormente sobre el huésped que al contactar, estas deyecciones cargadas de protozoos, mucosas o picaduras, entrarían como responsables de la enfermedad que tendría en el afectado o afectada una "fase aguda" caracterizada por fiebre elevada, debilidad general, edema de diferentes partes del cuerpo, pero en particular en las zonas de la picadura y también un aumento de los ganglios linfáticos. La "fase crónica", genera trastornos miocárdicos. Al alimentarse de sangre, el insecto correspondería a un "picador - chupador en donde el aparato bucal presenta los palpos atrofiados, el labio (proboscis, pico o trompa) forma un estuche el cual encierra dos pares de finos estiletes que representan a las mandíbulas y maxilas modificadas (Imagenes 7 y 8).

Imagen 7: https://es.wikipedia


Imagen 8: Vista ventral de un Hemiptero, destacándose la proboscis: naturalisfcnym.unlp.edu.ar
Los "Chipos" más comunes en Venezuela, responsables de la transmisión del Chagas serían: Rhodnius prolixus, Panstrongylus geniculatus y Triatoma maculata (Imagen 9).

Imagen 9: SlidePlayer
Claro está, en el cuento de Quiroga, Alicia no muere por Tripanosomiasis o Mal de Chagas sino desangrada y allí es donde cuento es cuento, el escritor produce la exageración de una profusa succión de sangre por el insecto que acabó con la vida de la fémina. Lo interesante del cuento, entre otros aspectos, es que Horacio Quiroga asoma la condición de parasitismo dando ideas de que ello es factible. Hoy día, esta interacción puede ocurrir tanto a nivel rural como urbano, al vivir en un medio tropical hay que tomar medidas de prevención para posibles infecciones con nuestros compañeros de hábitat. Para finalizar recomendamos leer un artículo de prensa denominado: "Mal de Chagas en Mérida" (Diario Frontera, 30 de Enero de 2013), hay que estar "pilas", los chipos rondan por allí y por acá.

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