viernes, 12 de junio de 2020

EL ESCARABAJO DE MANUEL BERNAVÉ MUJICA LÁINEZ

Ha recaído en nosotros la densa novela "El Escarabajo" del escritor, crítico de arte y periodista argentino Manuel Bernavé Mujica Láinez (1910 - 1984, Imagen 1 y 2); pero, antes de realizar algunos comentarios sobre la misma, debemos agradecer al profesor Enrique Mora quien la adquirió, no sin antes tomarse bastantes idas y venidas, de librero en librero, en la República Argentina, más específicamente, en su capital, Buenos Aires.


Imagen 1: lecturia.org


Imagen 2

Al igual que en la novela "El Escarabajo Verde" de Philipp Vanderverg (entrada del mes de septiembre de 2018) juega, en la plenitud de la trama, un escarabajo sagrado egipcio, no como poseedor de una maléfica intención sino como un relator profuso de sus vivencias y aprendizajes explanándose en un recorrido histórico en la que presenta aspectos del mundo helénico, egipcio y occidental. Finamente urdida la trama, el escarabajo comunica a su interlocutor, la estatua de bronce de  Poseidón, su vida, lo cual fue posible, en virtud de la magia prodigiosa que se implantó en ambos personajes. En el caso del escarabajo, a través del niño mágico Khamuas, quien posó sus manos sobre el escarabajo y pronunció unas palabras secretas. Esto le confirió al escarabajo poderes sensoriales (ver, olfatear, oír) y discernimiento a la par de la capacidad para compadecer y amar a pesar de su condición pétrea. De acuerdo con el relato, fue tallado de la roca Lapislázuli y contorneado en oro por el orfebre de Ransés II, Nehnefer. Conformado como pulsera, fue dado como obsequio de Ransés,  a la esposa, la reina Nefertari, el escarabajo expresó  "... estoy hecho de un azul que participa del turquí, del pavonado, del índigo, del zafiro y aun del celeste, según se me mire y haga notar y juegue la luz sobre mis vetas". "!Qué magnífico escarabajo de lapislázuli, enriquecido por delicadas líneas de finísimo oro, que dibujaban la silueta, las patas y las divisiones del caparazón¡ Con las patas delanteras sostenía (sostengo) un redondo sol de sangrienta ágata". El Lapislázuli fue muy utilizado en la joyería egipcia antigua y hay ejemplos contundentes en el áureo conjunto de joyas conseguidas en el sarcófago de Tutankamon en donde el escarabajo sagrado las protagonizan (Imágenes 3 y 4).

Imagen 3: historiarrc.blogspot.com


Imagen 4: historiarrc.blogspot.com

Al ser una novela de ficción e histórica (al igual que El Escarabajo Verde) se muestra geografías, escenarios y episodios descriptivos de eventos y personajes que trascendieron históricamente. Al fijarnos primariamente del sitio conocido como Bandakshan en Afganistán de donde se extraería la roca de lapislázuli. ¡Ésta zona existe! y de allí la importancia del novelista quien sin duda debió conocer sitios y estudiar muchos aspectos culturales desde la época faraónica hasta nuestros días para componer la historia presentada. Sigamos, al morir Nefertari el escarabajo conformó parte del ajuar funerario y cuando profanaron y robaron lo que había, se llevaron el escarabajo y es así donde comienza el personaje a vivir nuevas experiencias y pasar de un amo a otro bien en circunstancias funestas u obsequiado, de hecho lo habían robado unas diez veces y encontrado otras tantas. Estuvo el escarabajo presente en muchas vivencias de las que destacamos: la pulsera de Nefertari, anillo portado por el senador romano que participó en el asesinato de Julio César, por un ángel en la leyenda de los siete durmientes de Éfeso, como parte del Olifante que ostentaba Roldán, acompañante de Carlomagno, de nuevo como anillo, portado momentáneamente por Miguel Ángel Buonaroti mientras dibujaba, en el corazón de la actriz de teatro Sarah Bernhardt y finalmente en el relato, de nuevo como anillo, en un escritor latinoamericano a quien el escarabajo le dictaría su biografía "... ¿discernirá que soy yo quien de noche se la va dictando, que soy yo quien se la hace soñar, y quien a menudo aprisiona y gobierna su pluma? El final, nos pareció muy atractivo, gustó y dejó la inquietud de si por casualidad uno de los anillos del escritor Manuel Mujica Láinez, ¿Sería de un escarabajo egipcio de lapislázuli?
Como ya hemos expresado en la entrada de septiembre de 2018, los escarabajos sagrados egipcios, muy seguramente fueron copiados y llevados como joyas a partir de las especies coprófagas Scarabaeus sacer L. y Khepher aegyptorum (Latreille, 1827) que pertenecen a la familia Scarabaeidae, subfamilia Scarabaeinae , tribu Canthonini. En Venezuela, dentro de la familia Scarabaeidae, subfamilia Scarabaeinae pero en la tribu Phanaeini, existe una especie cuyo color es de naturaleza física (color estructural) dotado de un azul llamativo metalizado. Nos referimos al paracóprido Coprophanaeus (Megaphanaeus) lancifer (Linnaeus, 1767, Imágenes 5-10, Colección de la Fundación Entomológica Andina). Esta especie corresponde al segundo carroñero, para nuestra opinión, más grande del mundo, después de Coprophanaeus (Megaphanaeus) ensifer (Germar, 1821). 
En definitiva, éste tipo de novela incita a escudriñar muchas de las cosas que allí reflejan y propenden a un aprendizaje ameno en diferentes facetas culturales, históricas y naturales; recomendamos su lectura, si cuentan con la fortuna de encontrarla ya que costó conseguirla en el propio Buenos Aires.


Imagen 5:Ejemplar macho de Coprophanaeus (Megaphanaeus) lancifer, vista dorsal


Imagen 6:Ejemplar macho de Coprophanaeus (Megaphanaeus) lancifer, vista lateral

Imagen 7: Ejemplar macho de Coprophanaeus (Megaphanaeus) lancifer, vista anterolateral



Imagen 8: Ejemplar hembra de Coprophanaeus (Megaphanaeus) lancifer, vista dorsal


Imagen 9: Ejemplar hembra de Coprophanaeus (Megaphanaeus) lancifer, vista lateral


Imagen 10: Ejemplar hembra de Coprophanaeus (Megaphanaeus) lancifer, vista anterolateral