miércoles, 1 de diciembre de 2021

UN CUENTO DE REGALO EN TIEMPOS DE PANDEMIA Y NAVIDAD : PECIOLINO EL COME LIBROS Y !FELICES FIESTAS!

PESCIOLINO, EL COME LIBROS

POR JORGE GÁMEZ

Qué le voy a ser, tengo fascinación por los libros y en pleno velorio de mi vecino, tuve la necesidad de introducirme en su biblioteca, más el respeto por el difunto y los espacios ajenos me hicieron al comienzo echar para atrás. Sin embargo, pudo más la curiosidad que los principios inculcados y durante el novenario me dejé colar hacia lo que significó el santuario de mi vecino. Al echar un vistazo me asombró la cantidad de temas que incluía la biblioteca; sobre la mesa, libros ya leídos y otros a medio camino, notas de farmacopea y recetas por desarrollar,  escrito todo, con una pluma que ya no aceptaba un sorbo más de tinta. Me di cuenta que mi vecino, el boticario, intentó encontrar la solución pero la peste lo alcanzó y los ensayos por el curar nunca los inició y su botica siguió quedando en deuda por mejorar a sus concurrentes enfermos. 

A pesar de las circunstancias, la Semana Santa se inició con los tradicionales actos litúrgicos, en muchas casas los novenarios perseguían  y ya me había acostumbrado a introducirme sigilosamente en la biblioteca de mi vecino, ¿Quizás pudiera seguir o interpretar lo que él perseguía? ¿Podría yo curar la enfermedad? Tomando un respiro para descansar de la lectura de las notas dejadas por el difunto, levanté la cabeza y al mirar hacia uno de los libros que tenía muy cerca, me llamó la atención un pequeño ser que se dejó mirar fugazmente perdiéndose entre las solapas de los libros contiguos. Escudriñe detrás de estos, los abrí y no me fue posible conseguirle. Sólo rasgos pude mirarle destacando su brillo y su forma parecida a una zanahoria aplastada. Al cabo de un instante, el mismo ser de dejó asomar, esta vez, pareciera que quería que le observara, cosa que hice pudiendo notarse seis patas, dos largas antenas y un trio de filamentos ubicados hacia la zona más delgada del cuerpo. Ya iba reconociendo a aquel inquilino, por lo menos ya sabía que era un insecto de los que no poseen alas. El animalillo dejó que me acercara bastante; pero, a la distancia fundamental para él, volvió a perderse entre los libros. Me percaté, esta vez, que la aparición la había realizado sobre un libro de lomo naranja, el mismo de la primera aparición. Lo tomé, lo abrí buscando al pequeño ser, noté ciertas partes comidas de las hojas así como el engomado y entre los intersticios logré de nuevo observarle. Me quedaba claro que éste pequeñín se alimentaba del azúcar complejo constituyente de los textos. Ojeando al libro, me detuve en una página sobre la que encontré al intranquilo ser caminando en círculos rápidamente alrededor del título. De repente, dejó de hacerlos y se perdió entre las costuras roídas del libro. Dirigí la mirada hacia el título el cual rezaba: “El Limonero del Señor”. Inmediatamente mi atención la centré en la portada de la cual leí: “Crónicas de ayer”, volví a la página para leer lo allí reseñado de la cual me enteré que en ésta misma parroquia había ocurrido una epidemia y que a falta de una terapéutica adecuada fue ofrecida una procesión con el Nazareno de San Pablo. En el fragor del traslado, en la esquina de Miracielos, hubo necesidad de esquivar un lodazal por lo que desviaron el camino tropezando la cruz con un árbol de limón cuyos frutos cayeron a los pies de los fieles quienes con acertada visión de fe tomaron la infusión que alivió los males de entonces ¡Perplejo quedé al concluir la lectura!, estábamos en Semana Santa y al día siguiente se haría la procesión del Nazareno de San Pablo. A pesar de mis achaques de viejo, salí del novenario lo más rápido que pude y me dirigí hacia la esquina bendecida la cual no estaba lejos. Al llegar a ella, ¡Mi sorpresa fue enorme! Pude ver al árbol de limón, “El Limonero del Señor” tan vívido como debió estar hace cien años. Mirando sus frutos amarillos pensaba en qué hacer, no había tiempo para compartir lo que había experimentado, ¿Quién creería? Sólo se me ocurrió, de camino a mi casa, escribir un mensaje y dejarlo sentir en la casa cural. Busqué pluma, tinta y papel escribiendo en el mismo: “Si tienen fe, Dios les curará a través del Nazareno de San Pablo. Háganlo rozar con el limonero que está en la esquina de Miracielos, los limones caerán y beban de su jugo, divulguen el milagro”. Embalé una roca con el mensaje y vidrios tronaron pero de seguro, el mensaje llegó. Al día siguiente me aposté sobre la esquina bendita y observé como el Nazareno volvía  a rozar el árbol de limón con la cruz, cayendo los frutos que fueron recogidos y de inmediato los trasladaron a la iglesia donde se preparó la infusión endulzada con papelón que al ser repartida erradicó la peste en muy poco tiempo. El Limonero del Señor volvió a salvar y la fe de nuevo se avivó. ¿Sería coincidencia lo ocurrido?

ciudadvalencia.com.ve

Por la noche, en la última noche de mi vecino el boticario, me asomé en la biblioteca, busqué el libro, lo abrí en la página de la revelación encontrando al lado del título de la crónica un nombre hecho por mordeduras en el papel que sin duda fue realizado por el animalito. El nombre encontrado, Pesciolino. Cerré el libro y lo coloqué, esta vez para siempre, en su sitio ocultando en mí ser lo vivido. Habiendo inmigrantes en el país fui indagando sobre el nombre hasta que un residente italiano me aclaró su significado el cual correspondía a un diminutivo que traducido al español significaba pececillo. El nombre, indagando un poco más, estaría asociado a pequeños insectos que tienen escamas imbricadas como ciertos peces y de allí su apariencia y brillo parecido a los peces. Así resultó, que en aquella biblioteca no sólo escribía y estudiaba el boticario, había un ser elegido que a pesar de su aparente simpleza, no sólo comía libros, también “comía” de ellos conocimientos y que por una decisión de seguro divina, él y yo ayudaríamos, sin volver a cruzarnos, a remediar una mala hora por la que atravesaron los renovados fieles de la Caracas histórica. 

 

Pecesillo de plata: forestaleslocos.blogspot.com




ALGO MÁS SOBRE EL MUNDO DE PESCIOLINO EL COME LIBROS
El cuento que hemos regalado es una adaptación de una poesía de Andrés Eloy Blanco publicada en 1956 llamada "El limonero del señor". El insecto implícito en la trama es un hexápodo (seis patas) áptero (sin alas) perteneciente al orden Zygentoma de la familia Lepismatidae y su nombre científico es Lepisma saccharina Linnaeus, 1758, nombre específico que hace referencia al hábito alimenticio de consumir polisacáridos, más específicamente azúcares complejos contenidos en las hojas de los libros y goma utilizada en la costura de los mismos. Este insecto es muy escurridizo y huye de la luz (fototaxia). Puedes encontrarlo en la biblioteca, dentro de los libros, no sobrepasa los 10 mm.

De parte de los integrantes de la FUNDACIÓN ENTOMOLÓGICA ANDINA les deseamos !Felices Fiestas!

Imagen adaptada del cuento: "El escarabajo que no podía volar" escrito por Raffaele Acconcia, 2018, del libro, Entomocuentos: Breves historias con insectos.

miércoles, 10 de noviembre de 2021

CARLOS JULIO ROSALES (1929 – 2021)

 


El día 20 del pasado mes de Octubre nos enteramos de una lamentable noticia, había fallecido el Ingeniero Agrónomo y Entomólogo Carlos Julio Rosales, profesor de la Facultad de Agronomía de la Universidad Central de Venezuela a los 92 años de edad, pilar fundamental y uno de los pioneros  en la docencia agrícola y entomología venezolana.

Profesor Carlos Julio Rosales y Raffaele Acconcia, en la antigua sede del MIZA, Maracay, 3 de diciembre del 2010.


Son muy amplias las reseñas históricas de las ciencias Agrícolas y Entomológicas de nuestro país, pero sin tratar de abordarlas extensamente  nombraremos algunas para dar a entender entre su historia la importancia que tenía el profesor Carlos julio Rosales  en el desempeño de las mismas.

En el año de 1932 se fundó la Escuela de Expertos Agropecuarios la cual dependía del ya extinto Ministerio de Salubridad  y de Agricultura y Cría, en el cual se inicia por primera vez la aplicación de la entomología agrícola como materia de enseñanza la cual era impartida por profesores extranjeros en su momento.

Para el año de 1936 con la creación del Ministerio de Agricultura y Cría (MAC) se toman medidas para la conformación y apertura del Laboratorio Químico-Biológico en la ciudad de Caracas, donde se creó la División de Fitopatología y Entomología, este laboratorio fue el punto de partida de la Estación Experimental de Agricultura y Zootecnia fundada en 1937, y después dicha estación pasó a llamarse Instituto Experimental de Agricultura y Zootecnia (IEAZ), éste fue reubicado en la ciudad de Maracay.

El Departamento o Sección de Entomología del Instituto Experimental de Agricultura y Zootecnia (IEAZ) se inicia en 1938 con la contratación del entomólogo agrícola Charles H. Ballou y se comienzan las primeras actividades para el desarrollo de la entomología agrícola en Venezuela.

Al transcurrir el tiempo las actividades de investigación y docencia se separaron quedando la de investigación bajo la protección del Ministerio, en el IEAZ, y la de docencia se integró al sistema de facultades de la Universidad Central de Venezuela (UCV) en donde estas dos escuelas superiores fueron rebautizadas como Facultad de Ingeniería Agronómica y Facultad de Medicina Veterinaria.

Para 1945 las escuelas superiores de Agronomía y Veterinaria se separan del IEAZ y se incorporan como facultades a la Universidad Central de Venezuela y se dan los inicios del surgimiento de la Facultad de Ingeniería Agronómica (actualmente Facultad de Agronomía). 

En 1942 egresó la primera promoción de ingenieros agrónomos de la Facultad de Agronomía y tres años después para 1945 se graduó uno de los más sobresalientes discípulos de Ballou, Francisco Fernández Yépez. Este joven discípulo ingresa como docente a la facultad de Agronomía después de culminar sus estudios de entomología a nivel de doctorado en la Universidad de Cornell e inicia sus actividades como docente en el año de 1949 y a partir de ese momento surgen grandes aportes a las ciencias entomológicas de Venezuela. Pocos años después se suma a esta ardua labor el ingeniero agrónomo graduado en Brasil (1952, Universidad Rural de Río de Janeiro),  Carlos Julio Rosales.

Fernández Yépez y Rosales fueron los encargados en los primeros años de la organización en la docencia de pregrado y la conformación de una colección entomológica aparte de  la del IEAZ y fue establecida en el Instituto de Zoología Agrícola fundado a mediados de los años 50.

Raffaele Acconcia, Profesor Carlos Julio Rosales y la profesora Vilma Savini, en la antigua sede del MIZA, Maracay, 3 de diciembre del 2010.


Carlos Julio Rosales desempeña varias actividades a lo largo de su carrera como docente y profesional entre las cuales podemos señalar algunas:

Actividades en la docencia e investigación en las cátedras de Entomología I y II. 

Apoyo a los investigadores.

Contribución en  la conformación de la colección entomológica del Instituto de Zoología Agrícola.

Se incorpora a principio de la década del 50 al  Comité de Redacción del  Boletín de Entomología Venezolana (BEV)

Curador de Coleóptera.

Miembro fundador de la Sociedad Venezolana de Entomología, año 1964.

Miembro fundador del Museo de Zoología Agrícola Francisco Fernández Yépez (MIZA) año, 1989.

Participante y miembro importante de los Congresos Venezolanos de Entomología.

Curador de Isoptera y Diptera.

Participó en diferentes expediciones científicas por la geografía venezolana.

Autor y coautor de varias publicaciones científicas.


Sobre las publicaciones realizadas por Carlos Julio Rosales podemos destacar dos obras que fueron de vital importancia y pioneras por así decirlo: 

Rosales,C,J. 1966.  CONTRIBUCION AL CONOCIMIENTO DE LOS PRIONINAE (COLEOPTERA: CERAMBYCIDAE) DE VENEZUELA.  Revista de la facultad de Agronomía .Universidad Central de Venezuela. Maracay – Venezuela.






Fernández Yépez, F y Rosales, C, J. 1986. GUIA DE ENTOMOLOGIA ECONOMICA. UCV Facultad de Agronomía Departamento de Zoología Agrícola. Maracay – Venezuela. 



Como comentario curioso, nosotros nos dirigimos al Museo de Zoología Agrícola Francisco Fernández Yépez (MIZA) en diciembre del 2010 para la revisión de material entomológico perteneciente al orden Coleoptera de la familia Silphidae y al tomar datos de los ejemplares depositados, uno de los registros más antiguos fue el de un Oxelytrum discicolle ♂  recolectado en Rancho Grande, estado Aragua por Carlos Julio Rosales en el año de 1951.

Es muy probable que el profesor Carlos Julio Rosales, nacido en La Grita, estado Táchira (9/1/1928) haya sido el último entomólogo venezolano de la primera generación que formó parte de los inicios en la ciencia entomológica del país.


Jorge Gámez, Profesor Carlos Julio Rosales y la profesora Vilma Savini, en la antigua sede del MIZA, Maracay, 3 de diciembre del 2010.




Profesor Carlos Julio Rosales, retirando  refrigerio, XXIV Congreso Venezolano de Entomología en la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, Barquisimeto, 8 de julio del 2015.


El profesor Carlos Julio Rosales al partir dejó un gran vacío en la facultad de Agronomía, en la Sociedad Venezolana de Entomología y más aún en la Entomología Nacional, pero en su largo trayecto dejó muchos logros que hoy día se mantienen y es de este tipo de ser humano al que debemos imitar o por lo menos seguir su ejemplo, una persona que siempre dio lo mejor de sí.

Referencias bibliográficas consultadas:

Texera Arnal, Yolanda. 2003. La Zoología en Venezuela 1936-1970. Una Historia Social. Universidad Central De Venezuela, Fundación Polar. 208 pp.

Pacheco Troconis, Germán. 2006. La construcción de la entomología agrícola en Venezuela y la Facultad de Agronomía de la UCV: Una visión histórica. Revista Electrónica Latinoamericana de Estudios Sociales, Históricos y Culturales de la Ciencia y la Tecnología. 2: 45-68.

viernes, 1 de octubre de 2021

LA ENTOMOLOGÍA EN UNA POESÍA DE DOMINGO RAMÓN HERNÁNDEZ: "ALAS DE MARIPOSA"

Para esta entrada hemos querido presentar una poesía del insigne Domingo Ramón Hernández ( 1829 - 1893 ), luego daremos nuestra interpretación de la misma indicando de antemano la presencia de lecciones de vida. 



ALAS DE MARIPOSA

Ráfaga de luz y grana

Mostraba allá en el oriente

El crepúsculo esplendente

Precursor de la mañana.


En los cálices silvestres

De recién nacidas flores

Lucían sus mil colores

Las mariposas campestres.


Un niño las perseguía,

Y arrancándoles las alas,

Todas sus brillantes galas

En una mano escondía.


Mostró el sol sus rayos de oro,

Y el niño alegre y ufano

Abrió la cerrada mano

Para mirar su tesoro.


-!Qué es esto! exclama al momento

El incauto simplecillo,

Viendo un ligero polvillo

Que se disipa en el viento.


-¿De qué te asombras, mi amor,

Calma su madre querida,

Si es polvo la humana vida,

Polvo la planta y la flor?


Ese despojo que vuela

Y que a tus ojos se esconde,

Mejor que yo te responde

y el triste fin te revela.


Calló la madre amorosa:

Y él en edad tan temprana

Vió escrita la ley tirana

Con alas de mariposa.

Domingo Ramón Hernández: nació en Caracas en 1829, y es uno de los poetas cuyo nombre es más popular en Venezuela. Siguió a Maitín y a Abigail Lozano como poeta romántico, sin la sensiblería del primero, y con verso más ágil, más puro, mucho mejor que Lozano. No hizo estudios académicos y su cultura literaria la hubo a esfuerzos propios. Murió después de haber pasado largos años bajo el dolor de la ceguera (Extraído de: Mario Briceño - Iragorry. 1953. Lecturas venezolanas, Ediciones Edime).


En el Génesis 3:19 se establece la siguiente máxima:


Esta lección de vida encierra la poesía recién explanada y es una condición natural dentro del ciclo de la materia y la energía; pero, también hay que indicar que lo del polvillo observado por el infante está referido a las escamas que están presentes en las alas de las mariposas, dispuestas a manera de un tejado y que al estar colocadas bajo cierta orientación física, con relación a la luz natural, le dan a estos seres alados los magníficos colores que asoman en los ambientes naturales. Estas escamas se desprenden fácilmente al tocar las mariposas, de allí, que sean delicadas a la par de llamativas. Las mariposas pertenecen a la clase Insecta dentro del orden Lepidoptera (Del griego lepis, escama y pteron, ala).

Aquí en Venezuela tenemos a nuestra mariposa nacional Morpho helenor
Cramer, 1776 como uno de nuestros símbolos naturales.








miércoles, 1 de septiembre de 2021

CHARLA ENTOMOLÓGICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA

A pesar de las difíciles circunstancias por las que atravesamos, en la que se destaca la pandemia y las dificultades socioeconómicas, ha habido espacio dentro de la FUNDACIÓN ENTOMOLÓGICA ANDINA para orientar a pequeños jóvenes en el mundo natural y más específicamente en los invertebrados.  Tuvimos la gran satisfacción de que nos visitara un grupo de niñas y niños los cuales son orientados, en tareas dirigidas, por la profesora Daniela Arellano. La interacción con los pequeños permitió diferenciar vertebrados de invertebrados y dentro de estos últimos, se dio introducción sobre las diferentes clases de artrópodos con el apoyo de las cajas didácticas que poseemos. La actividad resultó, creemos, satisfactoria ya que la curiosidad inquisidora,  inmanente en los jóvenes,  nos hizo ofrecerles información la cual busca despertar el potencial investigativo para que redescubran la naturaleza, generen conocimiento que propenda a la conservación de la misma, tal es el reto. No sabemos, pero pueden habernos visitado futuros científicos, ojalá le hayamos sembrado el gusto por el conocimiento.


Profesora Daniela Arellano con sus pequeños de visita en FUNEA

Jorge Gámez dando la bienvenida e iniciando la charla guiada

Raffaele Acconcia, en plena guia  







jueves, 5 de agosto de 2021

La especie exótica Digitonthophagus gazella en la "Meseta de Zumba" , Mérida, Venezuela

En la entrada del mes de octubre del año 2017, informamos de la presencia del coleóptero exótico Digitonthophagus gazella (Fabricius, 1787) en las sabanas de Colombia y Venezuela con un reporte anterior de este insecto, en los pastizales antrópicos,  para el Sur del Lago de Maracaibo. En muchas partes del mundo fue introducida con el fin de que coadyuvara en la remoción del estiércol en los pastizales lo que trae beneficios adicionales ya que al enterrar el excremento, favorece la eliminación de dípteros, el reciclaje de nutrientes y el potenciar la calidad del suelo en cuanto a su permeabilidad. Lógicamente también pudiera tener efectos negativos en función de las comunidades de coleópteros coprófagos y necrófagos locales o tal vez no. En principio, hemos reportado su mayor abundancia en un pastizal antrópico en el Sur del Lago de Maracaibo en una comunidad pobre en especies. Ahora bien, hemos publicado en la revista Entomotropica una nota científica donde reportamos nuevos registros de la especie para los estados de Mérida y Barinas y nuevas localidades para los estados de Zulia y Barinas. En esta nota, hacemos hincapié en la presencia de la especie en la "Meseta de Zumba", estado Mérida, en la que no creemos que se haya dado por liberaciones antrópicas o por procesos de dispersión natural, creemos que se favoreció por un proceso de "dispersión antrópica no intencional". En función de estos aspectos, les invitamos a la lectura de dicha nota al hacer clic en PDF y analizar la hipótesis que planteamos al respecto. 

Digitonthophagus gazella (Fabricius, 1787): a) Macho. b) Hembra

Finalmente, y como lo expresamos en la nota: "...sería importante investigar para el caso de D. gazella en la Meseta de Zumba, cómo esta especie pudo haberse integrado en los ensamblajes de coleópteros coprófagos locales y cuál podría llegar a ser su impacto en la dinámica bioecológica de muchos taxones, en términos de competencia y potencial desplazamiento de especies nativas pertenecientes al mismo grupo funcional".


Registros en el país para Digitonthophagus gazella (Fabricius, 1787)


"Meseta de Zumba", municipio Libertador, Mérida, Venezuela


Pastizal antrópico en la "Meseta de Zumba"




jueves, 1 de julio de 2021

SENDERISMO CON ENFOQUE ENTOMOLÓGICO II


En la entrada del mes de marzo del presente año, mostramos un sendero que habitualmente realizamos el cual llamamos "Pueblo de Ejido - Chamicero Alto - Salida a la carretera Panamericana". En esta oportunidad queremos mostrar otro bonito sendero que lo denominaremos "Sector Pozo Hondo - Loma Los Árboles - Sector Llano grande". Este sendero tiene una amplitud altitudinal que va desde los 1011 m hasta los 2363 m. Al igual que en el sendero de El Chamicero, en éste tambíen registramos información botánica, geográfica, entomológica y ecológica en general, es un aula abierta para la enseñanza y aprendizaje de la ciencia. A pesar de estar relativamente cerca del sendero de El Chamicero, la entomofauna en particular cambia, tal vez, en función de que en este sendero se mantiene más estable la biota, hay pocas viviendas y poco uso de los terrenos, además, es una zona muy rocosa con muy poca presencia de quebradas o de otro tipo de cuerpo de agua que pudiera ser utilizado en las labores agrícolas. Por ello, todo se mantiene algo más natural. En definitiva, muy bonito sendero del cual les ofrecemos las siguientes imágenes:


EL SENDERO


Comienzo del sendero en "Pozo Hondo"


































El pueblo de Ejido se sitúa sobre potentes conos aluviales, se aprecia también sistema de terraceo

Jorge Gámez recolectando insectos

Raffaele Acconcia recolectando insectos




                                                   

Profesor Enrique Mora de caminata por el sendero

                                                 

                                                 
                             







La ciudad de Mérida a la distancia










Centros urbanos asentados en conos aluviales



                                                   

Final del sendero, sector La Alarconera, de nuevo aquí carretera pavimentada

ALGUNOS ARTRÓPODOS OBSERVADOS

Hymenoptera, Formicidae


Coleoptera, Cassidinae

Hemiptera

Coleoptera, Curculionidae

Coleoptera, Curculionidae

Coleoptera, Buprestidae

Coleoptera, Lampyridae

Coleoptera, Chrysomelidae

Coleoptera, Chrysomelidae

Hemiptera, Scutelleridae

Coleoptera

Coleoptera, Lampyridae

Insecta, Phasmatodea

Insecta, Orthoptera

Coleoptera

Coleoptera, Coccinellidae

Coleoptera, Lampyridae

Coleoptera, Lycidae

Coleoptera: Melyridae

Coleoptera, Coccinellidae

Miryapoda, Diplopoda

Coleoptera, Meloidae

Coleoptera

Coleoptera, Cassidinae

Lepidoptera



Coleoptera, Cassidinae